El nacimiento de nuestra Biblioteca

40 años de transitar por la senda de la cultura en El Salvador, en esta oportunidad queremos agradecer a una de las impulsoras de la idea, la señora María Adela Navarrete Borgoño, quien se desempeñó como Coordinadora Regional de las Bibliotecas Públicas de Atacama (1980-2000) y consideró que en las alturas del desierto debiese existir una biblioteca. De profesión bibliotecaria, por razones laborales de su esposo llegó a la Región de Atacama.

Anteriormente, se desempeñó en la biblioteca de la Facultad de Arquitectura de la Pontificia Universidad Católica, recuerda que les ponía música clásica a los estudiantes, en el tiempo en que las bibliotecas imperaba el silencio, detalle con el que se aprecia su preocupación por el usuario. En tal sentido, en la década de los noventa promovió las estanterías abiertas en las bibliotecas públicas, como una forma de acercar más la lectura a la comunidad, no fue fácil, sin embargo el tiempo le dio la razón.

En 1981 gestionó con Juan Rodríguez del Valle, Superintendente de Capacitación, Educación y Desarrollo de Codelco División Salvador, la creación la biblioteca pública en el campamento minero El Salvador; las bibliotecas públicas dependían en ese tiempo de la Seremía de Educación. Al comienzo de la década de los ochenta, Codelco tenía previsto hacer un centro cultural en toda la manzana y que se uniera con el edificio de Capacitación, pero la baja del cobre hizo que el proyecto quedara inconcluso y como estaba el edificio destinado a biblioteca, se gestó la alianza Codelco División Salvador y la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos (Dibam), comodato por cinco años renovable. Codelco se hizo cargo de lo relativo a infraestructura y un aporte anual de 200 UF; Dibam de la asesoría técnica a través de la Coordinación Regional de Bibliotecas de Atacama, material bibliográfico y el personal. Aurora Oñate fue la primera Jefa, sus actuales funcionarios Mariela Zamora Rojas y Luis Antonio Rojas Lazo se desempeñan desde aquel entonces.

María Adela concibe las bibliotecas públicas a cargo de personal idóneo, enfocado en fomento lector y actividades culturales, teniendo en el foco las necesidades de la comunidad; donde se privilegia la diversidad de ejemplares sobre la cantidad de un mismo ejemplar, esto último se ajusta a la realidad de las bibliotecas escolares que deben satisfacer el requerimiento estudiantil.

Reconoce que cada biblioteca tiene su propia realidad, lo importante es el vínculo con la comunidad a través de actividades culturales sin perder de vista la lectura. Destaca de nuestra Biblioteca la eficiencia y las iniciativas móviles de fomento lector para acercar la lectura a la comunidad.

Gracias Señora Adela por ser una visionaria en el ámbito bibliotecario y su aporte a que El Salvador, último campamento minero, tenga una Biblioteca Pública.

Berly Barraza González