CONTINÚA EL CICLO DE POESÍA SANTO LAUREL JUNTO AL POETA HÉCTOR HERNÁNDEZ EN BIBLIOTECA DE FRUTILLAR.

La Biblioteca Pública Municipal de Frutillar fue nuevamente el escenario para que docentes y estudiantes de los Liceos Ignacio Carrera Pinto e Industrial Chileno Alemán de la comuna, fueran espectadores de este segundo conversatorio del Ciclo de Poesía Santo Laurel de Osorno.

 

Junto a la visita del destacado poeta y escritor, Héctor Hernández se realizó este segundo encuentro en la Biblioteca de Frutillar junto a estudiantes y docentes de los Liceos Ignacio Carrera Pinto e Industrial Chileno-Alemán. En la oportunidad fue reconocida la alumna, Daralee Cienfuegos, del Segundo Medio A del Liceo Industrial Chileno-Alemán de Frutillar, por ser la mejor lectora de la biblioteca de su establecimiento.

 

Para el protagonista de la jornada, el poeta Héctor Hernández Montecinos, el mensaje es “el hecho de que la literatura no solo se trata de los libros, sino que también de lo importante de poder expresarse en un mundo en que cada día es más difícil realizarlo”. Finalmente agregó que “la literatura, la poesía, la música, el arte en general nos permiten liberarnos y valorar las vidas de cada persona y esas vidas cuando dejan poemas, quedan para siempre y hacen de este mundo un lugar mejor”.

 

Estos encuentros de poesía se han ido realizado tanto de manera presencial y virtual desde marzo del 2019, de manera interrumpida, con más de 30 invitados y es el segundo que se realiza de manera presencial en la comuna de Frutillar, los cuales son coordinados por Fabián Yefe, presidente de la Agrupación Cultural de Sur Poniente de Osorno y ejecutor del proyecto “Ciclo de Poesía Santa Laurel”.

 

 

Reseña Héctor Hernández

 

Hernández Montecinos nació en Santiago de Chile en 1979. Es licenciado en Literatura y Doctor en Filosofía mención Teoría del Arte. Prolífico e inagotable a sus 41 años ya ha sacado a la venta más de 30 libros por toda Latinoamérica y en España. Su primera obra fue No! (2001), a la que le siguieron, muchas otras, como la trilogía La Divina Revelación, Putamadre (2005), Ay de mí (2006) y La poesía chilena soy yo (2007).

 

A sus tan solo 19 años recibió el Premio Mustakis a Jóvenes Talentos; a los 29, el Premio Pablo Neruda por su destacada trayectoria, tanto en Chile como en el extranjero. Además, aparece en El Canon Abierto, Última poesía en español (Madrid: Visor, 2015) como uno de los 40 poetas “más relevantes de la lengua española nacidos después de 1970”.