La ruta ancestral de la memoria del agua

“La ruta  ancestral de la memoria del agua” propone instalar una metodología comunitaria de trabajo que permita a la comunidad de Los Alamos y habitantes de su entorno, indagar en cómo visibililizar el rescate de la memoria de las aguas presentes en su territorio; es decir, ríos, quebradas, humedales, chorrillos, ojitos de agua y desembocaduras al mar. El proyecto hará un énfasis en cómo articular polifónicamente los conceptos tiempo y territorio, con el fin de buscar la diversidad de relatos que hablen de la concepción del origen.  El levantamiento de esta información se concentrará en los relatos de adultos mayores que aún moran en las locaciones; voces que protegen las historias ancestrales y contrastarlas con otros agentes que puedan estar en contacto con los cursos del agua.

Esta referencia que nos entrega la señora Cecilia en relación a cómo se movilizan las convocatorias y la necesidad de abrir el espacio a la comunidad para que la biblioteca no solo brinde un espacio de lectura, nos hace vislumbrar un pequeño eje a considerar desde el conocimiento del territorio; la necesidad, primero, de ser escuchado, y la necesidad de sentirse convocado. Conversamos también sobre la noción de buscar una “identidad” en Los Álamos; lo cual es tan complicado como interesante, dado la particular diversidad de habitantes que existe en esta zona. La palabra identidad se teje en sí a las preguntas sobre la escucha, ¿es posible crear una identidad? ¿Crear para una identidad? ¿Debemos mantener las diversidades como parte de la identidad o hacer marcar sus divisiones? ¿Podemos trabajar con “subjetividades” en esta zona? Ambas posturas pueden, potencialmente, entregar historias hilando vínculos entre presente y pasado que no tienen por qué calzar en sus amarres. ¿Cómo se entrelaza, por ejemplo, la memoria del siglo XX con la del siglo XXI? Esta pregunta tiende a aparecer en nuestras conversaciones. Aunque hablemos del agua, siempre en el diálogo aparece el carbón por la fuerte presencia de Pilpilco que sigue transitando en la memoria del pueblo y sus alrededores, recuerdos de oficios, recuerdos de traslados, registros que quedan en los archivos, etc. Es una relación cercana entre la cercanía del erguimiento del pueblo sobre el humedal. Entonces,  así como el amarillo apareció en movimiento dentro de una cancha de fútbol el día de ayer; ¿es el negro del carbón la sombra del agua?, ¿asemeja la ausencia del color a la supuesta ausencia del humedal? Es así como la metáfora del agua empieza a vibrar; llama a sus propios “agentes” para ser representantes de ingresos y entrelazos en lo que llamaremos más adelante vínculos en la diversidad o divergencia de la(s) memoria(s).